Gaueko, el nuevo Gaueko lo inauguré el 21 de diciembre de 1983.
Fui su Relaciones públicas, lleve la dirección y programación de conciertos, fiestas y eventos. Realicé toda la campaña de su lanzamiento en prensa y radio, la publicidad por medio de dibujos a modo de comics, las invitaciones, los carteles de conciertos así como cuadros para su decoración.
Tras las inundaciones de agosto de 1983 que habían arrasado el casco viejo de Bilbao, el propietario del local , encargo al artista Javier Urquijo la redecoración del local.
Javier, artista multidisciplinar, agitador de la vida cultural y nocturna bilbaína opto por crear un local muy vanguardista, muy limpio, siguiendo la tendencia internacional de los clubs más punteros europeos, donde el azulejo era protagonista.
Se inspira en uno de Berlín, aunque en París ya está en pleno auge » Bains- Douches » antiguo establecimiento de duchas públicas reconvertido en selectivo club nocturno y referente de la noche parisina e internacional.
Es siguiendo esta estela de clubs vanguardistas que Javier Urquijo concibe el nuevo espacio, apoyado siempre por Kaska, el propietario, que deja hacer.
Gaueko, era un local rectangular de una planta, pero con dos alturas. En la parte baja, un pequeño vestíbulo para el portero, la barra en L, enfrente de ella asientos de obra corridos, formando tres espacios en U para poder charlar, alicatados con baldosa blanca el respaldo y la base, en baldosa negra el asiento. Coronando la separación de estos tres pequeños espacios, un bidé, un inodoro y un lavabo.
Todas las paredes eran de baldosa blanca, el techo no muy alto pintado en negro y el suelo de goma negra. Blanco y negro. Luz de neón y cuatro letreros luminosos de bebidas refrescantes como decoración en la parte baja.
A la parte superior se accedía por dos vanos diferentes, uno con tres escalones junto a los servicios y el otro por una rampa. El primero daba a la zona de baile, con un largo banco corrido de azulejo, justo enfrente de la pista de baile, la cual se duplicaba por su pared de espejo. Allí estaba la cabina del disc jockey y el guardarropía.
El otro espacio paralelo y continuo al que se podía acceder también por una rampa, era una zona de estar con bancos de azulejo y los baños.
Todos estos espacios unificados por el azulejo blanco se comunicaban entre sí, lo que permitía un movimiento constante del personal, ver y ser visto. Era realmente sorprendente, totalmente novedoso, divertido y un tanto desconcertante ver los distintos sanitarios presentados como esculturas u obras de arte, algo que divertía mucho al irreverente Javier Urquijo haciendo un guiño a Marcel Duchamp.
Este primer Gaueko que dirigí y situé en el mapa nocturno local y nacional es ante todo moderno, ecléctico, selectivo, cosmopolita, con la mejor música de baile internacional y nacional a cargo de dos excelentes disc- jockeys Alfonso y Manu. Su notoriedad, su fama lo adquiere por todo ello. Fue durante ese tiempo el más interesante y divertido local de Bilbao.
Una de mis prioridades, además de pasárnoslo bien, fue dar actuaciones en directo, presentar y apoyar a los grupos locales y nacionales, así como otras actividades artísticas, al igual que habíamos hecho en el fanzine Neo Ama de Kass con la diferencia que sería en vivo y en directo.
En cierta medida Gaueko fue una prolongación del fanzine ya que se escuchaba la música que se presentaba en sus páginas y seguí contando con los distintos colaboradores y amigos para lanzarlo. Tuve la suerte además que su propietario Kaska respaldaba todas mis iniciativas.
El local había sido un antiguo almacén de fruta, más tarde un pub sin más, algo borroka, como tantos otros del casco viejo, que desaparece con las inundaciones y que renace como un espacio totalmente diferente, rompedor y moderno, pero no pensado para las actuaciones.
Como me parecían imprescindibles y el local podía acogerlas, diseñe un escenario portátil de madera que se acoplaba a los asientos de azulejo. Era pequeño pero suficiente para acoger a un grupo y transformar el antiguo pub en una sala de conciertos, el Neo Gaueko (el nuevo señor o amo de la noche en español).
Ya con el escenario portátil construido, empezamos a programar las distintas actuaciones y convertirlo en una pequeña sala de conciertos. Fue una gran novedad muy aplaudida y disfrutada. La acústica, con los techos de madera, resulto que era buena, salió bien todo y los conciertos entraron a formar parte del adn de Gaueko.
La primera actuación la dio el grupo “32 Interior “, de Santander, le siguió el bilbaíno “In extremis” liderado por Patricia (ex-Ortopedia Ocular). Luego el grupo catalán ”Dios”, los madrileños «Minuit Polonia» , los bilbaínos «Como Huele», el grupo vasco “M- AK”, los cántabros «Melopea Intensiva » y los bilbaínos «Primitivos».
También para impulsar a los grupos que comenzaban organice el Primer Concurso de “Sonido Afterriada “de la sala Gaueko en 1984. Dotado con un único premio en metálico de 35.000 pesetas y la grabación de una maqueta en los estudios de Iñaki Bilbao. Una forma de estimular y apoyar la creación musical.
Ganó el grupo «La Vieja Escuela» de San Sebastián, sonaba tipo The Cure.
Participaron: “Parches Sor Virginia” de Bilbao, “JZK” de Besain, “Stress”de Bilbao entre otros.
En Gaueko se hicieron además presentaciones de video, como fue la del primer videoclip que se hacía en el país Vasco “To Alice», realizado por Antonio (Taller de Imagen) para el grupo Itoiz.
Se realizaron también desfiles de moda y fiestas estupendas como la “necrófila”, donde se pintó todas las paredes de azulejo y el techo, un arte efímero realizado en la noche anterior , gracias a la colaboración de artistas como Emilia, Alberto Rementería, Juan Zarate, José Lastra (Ego) y los de la casa, incluido Kaska.
Durante todo este tiempo se convirtió en un referente de la noche bilbaína.
Amante de la fotografía, disponía de una Polaroid para retratar a las gentes que cada noche pasaban por el local, fotos instantáneas, hoy documentos, que muestran ese momento efervescente, irrepetible y disparatado de los 80.
Estas fotografías serán base para las series de ilustraciones que realizo posteriormente “Gaueko”, “Bilbao la muerte “, cómics y cuadros futuros.
A finales de enero de 1985 tras un año y cuarenta días de intenso trabajo y divertimento, ya con un nombre hecho y conseguido los objetivos principales, deje el local para centrarme en mis dibujos, comics y pintura.
La sala Gaueko con el tiempo cayo en posturas menos cosmopolitas y más radicales pasando de ser el local moderno, vanguardista de sus principios a un otro bien diferente, más sectario y encallado en el rock radical vasco.